Consejos para cuidar tus libros

  1. ComodidadUbicar el libro de forma cómoda dentro de la estantería. Es decir, que no esté ni muy apretado ni muy suelto. Si bien deben poder apoyarse el uno en el otro, debería haber suficientemente espacio entre los ejemplares como para que sea fácil sacarlos del estante. El aire debe poder circular bien entre y detrás de los libros para que no se acumule humedad.
  2. Ubicación. Situar las bibliotecas en lugares ventilados, libres de humedad, con la menor incidencia de polvo posible y sin luz solar directa. La exposición prolongada a los rayos solares provocará la decoloración del lomo y cubierta del libro, la sequedad, manchas amarillas de las páginas y la posible pérdida de la intensidad de la tinta. 
  3. Limpieza. Mantener los libros limpios. Al menos una vez cada dos meses se debiesen mover, sacudir, limpiar y revisar para asegurarse de que todo siga en orden.
  4. Estabilidad. Por la maleabilidad del papel (se contrae y dilata con gran facilidad) los cambios de temperatura es lo que más afecta la estructura del libro. Es importante mantenerlos en un ambiente estable en términos de humedad y calor. Un exceso de humedad provocará que se ondulen las páginas y se deformen. Por el contrario, la sequedad del ambiente provocará que se seque en exceso el papel y se vuelva quebradizo.
  5. Entorno. Muchos usamos nuestras bibliotecas como estanterías de adornos. Sin embargo, es importante que los objetos que rodeen a los libros sean amigables con su preservación. También habría que tener en cuenta no tener plantas cerca de los libros. La humedad de las plantas (y su peligro al regarlas) sumado a la atracción que ejercen sobre los insectos no son buenos compañeros para el cuidado de nuestros libros.
  6. Marcadores. Para marcar la página en la que detienes tu lectura evita doblar el borde de la hoja, en lo posible utiliza un separador de papel u otro material y recuerda retirarlo del libro una vez que lo termines.

Consejo extra: No bebas ni comas mientras lees. Evita la posibilidad de manchar las hojas de tu libro.

 

¿Qué se puede hacer para que los niños lean?

  • Crear el hábito mediante la sugestión, y nunca mediante la imposición. (dejar que el niño elija qué tipo de libros quiere leer)
  • Conocer los gustos del niño, para proponer lecturas que llamen su atención.
  • Desarrollar la lectura en espacios que invitan a romper con las rutinas. (Convertir la lectura en una aventura, o simplemente llevarla a cabo en lugares inusuales de la casa)
  • Aprovechar la lectura como un acto social, a través de lecturas en voz alta o bien compartiendo con el niño impresiones sobre una obra.
  • Dar ejemplo, leyendo. Si el niño nos ve leer desde chico, será más fácil que él también lea.

El fomento de la lectura fortalece, además, el desarrollo de habilidades fundamentales para la vida. Entre ellas se encuentra la atención, la expresión, la comprensión y la buena escritura.

 

Conoce algunos beneficios de la lectura

  • Ayuda a ejercitar el cerebro
  • Fomenta la curiosidad
  • Aumenta la concentración
  • Mejora la capacidad de comprensión
  • Desarrolla la creatividad
  • Entretiene
  • Ayuda a desarrollar mejor el lenguaje
  • Aumenta la capacidad de memorizar